Tip FORMATE – Edición 2022 #3: Diversificá las fuentes de recursos

Hoy te compartimos el Tip FORMATE – Edición 2022 #3: Diversificá las fuentes de recursos.

Este es uno de los puntos destacados por todos los disertantes y panelistas del FORMATE  y es, sin duda, una cuestión clave a tener en cuenta a la hora de planificar y ejecutar una buena estrategia de generación de recursos en toda OSC.

Ahora bien, ¿qué es diversificar? “Diversificar” es hacer que aquello que tenía uniformidad o que carecía de variantes, pase a ser variado y heterogéneo; es aportar pluralidad.

La diversificación de las fuentes de recursos resulta fundamental a los fines de no generar dependencia de determinado donante o financiador y llegar a estar en riesgo. La conveniencia de esta estrategia se puede explicar a través del peligro que supone obtener todos los recursos a través de una única fuente de financiación. Si el dicha fuente falla, la organización perderá la totalidad de recursos para continuar con su proyecto. Por el contrario, una organización podrá seguir con su actividad aunque no reciba los recursos que necesita de una de sus fuentes siempre y cuando cuente con otras.

Así las cosas, la diversificación ayuda a las organizaciones a tener un sistema de financiación más sólido, ya que su solvencia no se verá afectada aunque una de sus fuentes no cumpla con lo comprometido.

Además, dicha diversificación permite a las organizaciones elegir las fuentes que más se adaptan a sus necesidades. La organización tiene que escoger la que más le convenga en cada momento y circunstancia, en función del servicio, la actividad o el proyecto que impulse y de las exigencias de las fuentes de financiación. La diversificación, por tanto, también permite poner orden y priorizar las diferentes fuentes con las que se quiere contar.

Asimismo, posibilita la ampliación de oportunidades y las sinergias. Cuanto más se diversifican las fuentes de financiación, más se amplía el tipo de público interesado en financiar las actividades de la OSC y el tipo de ayuda que se puede recibir. Es decir, la variedad de fuentes de financiación enriquece la entidad.

Aunque es difícil definir cuál es la estructura de ingresos ideal para las OSC, es evidente la conveniencia de diversificar las fuentes de ingresos para que las organizaciones puedan tener mayor libertad en su operación y cumplir con su misión institucional.

Lo ideal, sin duda, es tener aportaciones equilibradas y heterogéneas del sector privado (empresas o fundaciones); sector público (en todos sus niveles, a través de subvenciones o por la participación en proyectos); donantes individuales y financiamiento internacional. También trabajar en una estrategia de autogeneración de recursos, a través del aporte de los propios socios o miembros, o mediante el desarrollo y ejecución de actividades (venta de productos, por ejemplo, o prestación de servicios) que puedan generar recursos y siempre y cuando tengan relación con el objeto social.

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